1. Paciencia.

El corzo es un animal inteligente, está en su habitat, no debemos olvidarnos que allí el extraño somos nosotros. 

Por ello las dosis de paciencia para conocer el entorno serán determinantes, no debemos conformarnos con una revisión del sitio puntual, sino que es recomendable hacer pequeñas esperas mientras caminamos por la mañana, dando tiempo a que sucedan cosas. Pararnos, volver la vista atras, ¡está ahí aunque no lo veamos!

El hecho de marcarnos una ruta a realizar a lo largo de las jornadas matutinas de rececho no quiere decir que lo vayamos a cazar mejor por recorrer más terreno, más bien será al contrario, personalmente considero que algo está "bien cazado" cuando hemos pasado desapercibidos para nuestra presa el tiempo suficiente para realizar la búsqueda en cada enclave.

Prismáticos para rececho del corzo
Equipos para la caza del corzo

2. Estar pendiente del viento en todo momento.

Nuestro rival tiene una nariz portentosa, no podemos entregarle nuestro olor en ningún momento o ya podemos despedirnos de cualquier lance.

Da igual si vamos caminando, si realizando ya una entrada o si le estamos esperando apostados en un emplazamiento que sepamos frecuenta, delatar nuestro olor será como gritar "estoy aquí y voy a por ti".

Si el corzo es bueno ya tiene una edad cumplida y durante ese tiempo ha sabido librarse de visitantes como nosotros.

3. Jornadas sin rifle.

Nos ayudarán a conocer el monte que vamos a recechar, cada senda, posibles entradas a animales que nos gusten, los propios individuos de la zona.... y es que con frecuencia un corzo que vemos puntualmente en un cultivo o un rio tarda en repetir esa visita.

Esos días mi compañera ideal es la cámara de fotos, vamos a poder ejecutar entradas a animales sabiendo que el éxito final, esa gran foto, se va a asemejar muy mucho al lance final ya con el rifle. Un movimiento en falso y no se dejará acercar.

Mientras vamos conociendo ejemplares de la zona y tomando fotos para valorarlos aprovecharemos para conocer el entorno con la máxima precisión posible, ya que llegado el momento puede ser determinante para llegar a tiempo a apostarnos para el disparo final.

Al alba o al ocaso, normalmente conseguiremos ver más animales pero estamos frente a una especie acostumbrada a hacer cosas imprevistas, y no sería la primera vez que finalizamos un lance a las 3 de la tarde.

Cuantas más horas pasemos en el campo mejor.

Observar corzos en el monte
Mochilas para rececho

4. Cada gramo cuenta.

Habitualmente los recechos de la mañana se suelen acompañar de largas caminatas para lo cual el equipo que transportaremos debe ser el justo y necesario.

Algo de ropa de abrigo, un botellín de agua, quizás algún alimento con buen aporte calórico de poco peso y poco más... Ya que el prismático siempre irá con nosotros, muchas veces el trípode o apoyo elegido. Al final todo suma y no es lo mismo caminar tras las perdices con solo el chaleco y la escopeta que con todo este despliegue de accesorios. 

Modo no molestar activado, ¡estamos cazando!

5. Estudio de querencias.

Si tenemos ocasión de cazar durante varios años las mismas zonas de un coto veremos como muchas veces los sitios donde encontraremos al duende serán muy cercanos.

Debemos de ser especialmente cautos al acercarnos a esas áreas, en esos puntos calientes tenemos muchas posibilidades de encontrarnos el corzo que estamos buscando.

Visores para cazar el corzo
Equipos de rececho para corzo

6. Los lugares donde comen varían según la época del año.

Quien ha disfrutado de esta modalidad durante años tiene muy claro que no es lo mismo prácticarla a primeros de abril que en los meses sucesivos o incluso durante la época de celo.

A principios de temporada, y sobre todo si las lluvias nos han acompañado, será frecuente ver corzos saliendo a pastar a cultivos o entre arboles comiendo su flores, sobre todo si estos se encuentran relativamente cerca de lugares que sean seguros, como bosques, pinares o sotos espesos donde esconderse con seguridad.

Esta tendencia, aunque quizás con menos frecuencia, también se repite en mayo.

Entrado junio, encontrar al duende del bosque se convertirá en tarea francamente dificil ya que los cultivos se espigan y dejan de ser tan atractivos para nuestro amigo. Quizás sea momento de buscarlo en lugares donde acuda a beber, en claros dentro del monte u otros lugares querenciosos de cada zona.

7. El celo.

Otra época donde muchos de los aficionados a esta modalidad procuran salir al campo. Si bien varía ligeramente según zonas, o como viene el año, es muy habitual que el celo aparezca a finales de julio y principios de agosto.

En este periodo los machos estarán especialmente pensando en reproducirse, pillarlos con la guardia baja será bastante más sencillo. A menudo los veremos corriendo detrás de las hembras, guardando menos cuidado de ser vistos.

La caza del corzo a rececho
Rifles de cerrojo para rececho

8. El arma y su calibre.

Si bien cada cazador suele tener sus preferencias naturales, hay parámetros que son irrefutables. El corzo no requiere de un calibre grande, no es un animal de piel gruesa al que le disparemos a la carrera, al contrario. Probablemente le disparemos cuando esté tranquilo, totalmente parado, colocar le disparo en una zona mortal será lo único que nos tiene que preocupar en ese momento.

Un 243win, 6.5 creedmoor, 270win, son calibres más que suficientes, si bien muchos más serían perfectamente válidos hay que tener en cuenta la dureza del animal, la distancia tipo a la que se suelen dar los lances y si vamos a disparar o no con torreta balística.

Nos interesa un rifle con poco peso, calibre medio/pequeño. Ya que ni vamos a disparar mucho, ni cerca, ni a un animal duro.

9. El visor.

Estadísticamente nos tocará disparar en más ocasiones con poca luz que a mediodía, es por ello que un visor con buena transmisión lumínica y con campana suficiente siempre debería ser el elegido.

Si bien hasta hace unos años lo convencional sería salir a recechar con un clásico como eran los 3-12x56 en la actualidad hay una cantidad tremenda de opciones, si que no recomendaría bajar de esa campana 56.

A tener en cuenta.... hoy dia existen visores con un regimen de aumentos quizás excesivo (o no) para disparar a distancias tipo como 200-300 mts, pueden venir muy bien para valorar el trofeo del animal y decidir si elegimos finalizar el lance o seguir buscando.

Visores como los 3-18x56 en adelante nos serviran de mucho para esta misión, y es que por muy buenos prismáticos que llevemos evaluar el trofeo de un corzo no es tarea fácil si no lo vemos muy cerca.

En cuanto al uso de las torretas balísticas, sin duda, y más en calibres con especial caida como el 308 o el 30.06, nos facilitarán mucho la tarea de calcular el punto de impacto.

Visor de rececho Roolls 3-18x56
Trofeos de corzo

10. Tácticas de entrada o elección de lugares de espera.

Ya acercándonos al momento de colocar el precinto (si todo se da bien) deberemos tener claro por donde acercarnos al corzo para no ser ni vistos ni detectados por nuestro olor.

Puede que nos toque rodear mucho, y hacerlo en silencio a la vez que no demasiado despacio para que este no desaparezca, muchas veces los machos que nos gustarían ofrecen oportunidades poco tiempo ya que comen principalmente de noche.

Mucha cabeza y buenas piernas..... y por supuesto discrepción, un paso en falso, un sonido que no le es habitual y adios lance.

Si por el contrario buscamos a nuestro duende en una espera vespertina debemos de tener muy en cuenta que nuestro punto de aguardo debe de estar bien tapado y con un total control sobre el aire, si le ofrecemos nuestro olor, tener por seguro que no aparecerá.

Será muy importante permanecer sentados o incluso tumbados, la silueta de un humano alertará especialmente su atención.

Y volver al punto 1, paciencia y más paciencia, da igual si llueve, si no.... la modalidad del uno contra uno requiere de mucha inteligencia y dedicación.

Para mi una pasión incomparable.... ¿y para ti?

Varias de estas imágenes han sido cedidas por cortesía de mi gran amigo @davidpalmerocamac y es que la caza sin amistad no sería lo mismo.